Playa de la reserva natural de Calblanque (Murcia) |
En los últimos días hemos presenciado
como varios ministros del Gobierno de España pedían a sus ciudadanos que
intentaran pasar sus vacaciones en territorio nacional. El que más ha insistido
en este aspecto ha sido el ministro de energía y turismo, José Manuel Soria, argumentando
que muchos españoles salen fuera de España buscando sol y playa cuando aquí
tenemos los mejores espacios y establecimientos de ese tipo. El ministro
argumenta que “cuando nos visitan 57 millones de ministros de turistas cada
año, no pueden estar equivocados, a lo mejor los equivocados somos nosotros…
que nos vamos a lugares recónditos”.
La
explicación de esta petición es muy simple y sabida por todos, si los españoles
nos quedamos en vacaciones en España todo el consumo que realicemos será dentro
de nuestras propias fronteras. La demanda interna será mayor y tendrá una
repercusión positiva sobre la contratación y los resultados de las empresas
dedicadas al sector turístico. Esta es la explicación que todos tenemos en la
cabeza, pero hay otra que en realidad viene a decir lo mismo pero de una forma
más técnica y compleja.
La balanza de pagos
La
balanza de pagos está directamente relacionada con la petición del ministro
Soria. La balanza de pagos es el instrumento que se utiliza para proporcionar
información de las transacciones exteriores de un país, en ella se registran
todas las operaciones comerciales y financieras, que tienen lugar en un periodo
concreto, entre los residentes del país y los del resto del mundo. Para
cuantificar el saldo de la balanza de pagos se utilizan unidades monetarias,
luego este saldo se le da una importancia u otra según sea el saldo en
porcentaje del PIB para que los datos sean comparables.
Que
los españoles se queden a veranear en España sería una pequeña pero buena ayuda
para intentar reducir el saldo negativo de España por cuenta corriente. Que los
españoles pasen sus vacaciones fuera de España implicaría un incremento de los
pagos de residentes al resto del mundo, por los servicios recibidos (hoteles,
restaurantes, masajes), que se contabilizarían como un gasto en la balanza de
servicios. Esta balanza se encuentra a su vez dentro de la balanza por cuenta corriente. La
balanza por cuenta corriente está compuesta por la balanza de bienes (compra y
venta de bienes entre residentes y no residentes), la balanza de servicios
(ingresos por servicios prestado y gastos por servicios recibidos, como los que
recibe un turista que sale fuera de España), balanza de rentas (ingresos o
pagos por las rentas del trabajo y del capital) y balanza de transferencias
(transacciones que no implican contrapartida).
La
balanza por cuenta corriente tuvo un saldo negativo en 2011 equivalente al 3,5%
del PIB. Y es que, el saldo de la balanza por cuenta corriente más el de la
balanza por cuenta de capital (transferencia de capital que no modifican la
renta nacional) señalan la capacidad o necesidad de financiación de un país
frente al resto del mundo. Los saldos conjuntos de estas dos balanzas en España
dan un resultado negativo del 3% del PIB, a pesar de la crisis y de haber reducido
considerablemente las importaciones siguen necesitando financiación externa,
nos seguimos endeudando con el resto del mundo. Esta deuda tiene unos intereses
que se suman al principal y se convierten en un lastre para el crecimiento de
la economía española.
El
peso que puede tener, que los españoles se queden en España, en el saldo final
de la balanza pagos es pequeño. Pero de cierto modo tiene algo de sentido lo
que dice el ministro Soria. Si los españoles salimos fuera gastaremos más, no
endeudaremos más y encima lo haremos con el exterior y sin generar un beneficio
económico para España. Si vais a ir a la playa ahí arriba os deja una foto de
la magnífica playa de la reserva natural de Calblanque (Murcia).
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