jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Qué pasaría en la Eurozona si hiciéramos caso a Paul Krugman?

El Premio Nobel de Economía 2008 y profesor de la Universidad de Princeton, Paul Krugman, ha mantenido siempre que la zona euro necesita una política monetaria 'ultraexpansiva' para salir de la recesión y volver a ver tasas de crecimiento considerables. Para Krugman, el BCE tiene que darle a la máquina de imprimir billetes para que se produzca un incremento de la base monetaria (dinero en efectivo y reservas de los bancos), y este incremento a su vez se traslade a la oferta monetaria (dinero en efectivo y depósitos bancarios) que es la que genera todo el dinero de la economía y donde se pone en marcha el multiplicador monetario. Estos billetes nuevos también servirían para monetizar la deuda pública de los países en problemas. Este mecanismo, como reconoce el propio Krugman, implicaría crecimientos importantes de la tasa de inflación, lo cual para él no es un problema sino una solución para que se reduzca el peso real de la deuda en los países periféricos.

Krugman cree que algunos Estados excedentarios (superávit por cuenta corriente) deben poner en marcha planes de estímulo fiscal para que se incremente su demanda interna y empiecen a importar bienes y servicios de los Estados periféricos. Este proyecto implicaría altas tasas de inflación en los países que aplicases este estímulo fiscal, Alemania y Holanda serían los principales protagonistas de estos planes, ya que su superávit por cuenta corriente son de los más abultados de la zona euro. Germanos y holandeses (además de otros) verían crecer su tasa inflación por encima de la media de la zona euro, así se corregirían los desequilibrios en términos de competitividad. Esta es la teoría de Krugman, lo que debe hacer la zona euro si quiere solucionar sus problemas.

Hasta el momento, lo que ha hecho el BCE, grandes inyecciones de liquidez a parte, es dar luz verde a la compra de bonos soberanos de los Estados que tienen más problemas. Pero a diferencia de los Quantitaive Easing de la FED, el BCE ha señalado que drenará liquidez mediante la esterilización de la deuda, para evitar grandes repuntes de la inflación. Esto se logra del siguiente modo, el BCE no utilizará dinero nuevo para la compra de bonos españoles e italianos, sino que venderá activos de su balance (bonos alemanes, austriacos, etc.) para comprar los bonos periféricos sin incrementar el dinero en circulación. Esto muy complicado, sobre todo porque los activos de calidad en el balance del BCE no son ilimitados.

¿Qué pasaría si hiciésemos caso a Krugman?

La FED de Estados Unidos sí está imprimiendo dinero para hacer sus compras y sí está aumentando la cantidad de dólares. Pero la diferencia respecto a la zona euro es que Estados Unidos sí puede imprimir billetes sin soportar una inflación insostenible por una razón principalmente, el dólar es la moneda reserva por antonomasia, alrededor del 75% de las transacciones comerciales en el mundo se hacen con el dólar. Todo el mundo demanda dólares, la FED puede imprimir billetes porque estos van a ser demandados por todo el mundo, exportando inflación al exterior. Mientras que si el BCE hiciese lo mismo gran parte de los euros se quedarían circulando por Europa encareciendo los bienes y servicios europeos (más dinero sin más producción es una subida de precios a la fuerza). Como señala el economista Daniel Lacalle en su blog, que la FED siga imprimiendo billetes va a generar una subida de precios a nivel mundial sobre las materias primas, esto al final repercutirá sobre todos los bienes y servicios.

Si en la zona euro nos tomamos al pie de la letra lo que dice Krugman, la inflación que tendríamos que soportar a medio plazo lastraría la competitividad de nuestros bienes y servicios. Imprimir billetes supone en un principio una caída del tipo de cambio nominal que podría ayudar a la Eurozona a exportar más durante un breve periodo, pero a medio plazo este efecto se diluye mientras que la inflación permanece haciendo más complicada la exportación fuera de la zona euro. Muchos pensaréis que no es demasiado relevante esto porque el 60% del comercio total de la Eurozona es interno (es decir, la mayor parte de las transacciones comerciales de los países euro se producen entre ellos mismos) por lo que la inflación no es determinante si crece de forma equilibrada en todos los miembros, y además el riesgo de tipo de cambio no existe (todos usamos la misma moneda). Eso es cierto, pero ¿qué pasa con el 40% restante las transacciones que se produce con países de fuera de la Eurozona?

Elaboración propia con datos de Eurostat
Como se puede observar en el gráfico las exportaciones a los países emergentes ocupan cada vez una porción mayor de la tarta, sobre todo China. Estos países emergentes son el presente y el futuro, su producción seguirá creciendo y cada vez necesitarán importan más de las economía desarrolladas. Si hacemos caso a Krugman: imprimimos billetes, sube la inflación en la zona euro y, por ende, nuestros productos serán más caros para los países de fuera de la Eurozona, los bienes y servicios de la zona euro serían menos competitivos. Los chinos, indios (natural de la India), latinoamericanos, etc. les parecerían muy caros nuestros productos. ¿Quién sale beneficiado? Estados Unidos sin duda sería el sustituto perfecto de la Eurozona. Los chinos en lugar de comprarse un BMW se comprarían un Ford, que sería más competitivo en relación calidad-precio, China Airlines compraría aviones Boeing en lugar de aviones de Airbus (marca europea), etc.

Ante la caída de las exportaciones en toda la Eurozona la empresas se verían obligadas a realizar ajustes, el desempleo crecería, etc. La principal perjudicada sería Alemania (gran exportadora), si los germanos dejan de vender coches, electrodomésticos y demás productos fuera de la zona euro, la locomotora europea se vería obligada a importar menos ante una caída de su demanda interna, producto del descenso de su actividad exportadora. El resto de Europa sufriría las consecuencias del descenso de las importaciones alemanas.

Paul Krugman tiene ideas que pueden llegar a funcionar en Estados Unidos con dudoso resultado a largo plazo. Pero lo que está claro es que su teoría no se puede extrapolar a la zona euro, porque las diferencia entre la unión monetaria perfecta de de EEUU y la unión monetaria imperfecta (por ahora) de Europa son abismales.



lunes, 10 de septiembre de 2012

Primer análisis económico de las palabras de Mariano Rajoy


El presidente de España, Mariano Rajoy Brey, ha sido entrevistado, por primera vez desde que ganó las elecciones, en La uno de TVE. El líder del Partido Popular ha contestado a las preguntas de varios periodistas, casi todas encaminadas al posible rescate de España, su 'condicionalidad' y la compra de bonos españoles del BCE (Outright Monetary Transaction). En lo que se refiere al rescate, el presidente se ha mostrado dudoso y tardado en contestar, al final no ha declarado si va a pedir el rescate o no.

Mariano Rajoy, no ha contestado de forma directa a la primera pregunta de la entrevista ¿España necesita un rescate? Rajoy ha señalado que "tenemos que ver cuales son las condiciones para ver si nos conviene". El presidente ha evitado de esta forma dar fechas o pistas sobre la petición del rescate, una decisión que dan por segura todos los expertos en economía del país, varias firmas del mundo financiero opinan en la misma opinión y ponen en el mes de octubre la fecha de la petición oficial. Puede ver estos análisis aquí y aquí

El presidente del Gobierno no ha querido anunciar hasta dónde llegarán los recortes y las 'condicionalidades' que se exigirían a España si solicitase el rescate, "lo que he de procurar es tomar una decisión buena para el conjunto de los españoles". Las condiciones a España por pedir la ayuda financiera a Europa pueden ser similares a las exigidas a los Estados ya rescatados, mayor presión fiscal, menos gasto público y mayor caída de la demanda agregada con el fin de solventar las deudas con los acreedores extranjeros.

El líder del Partido Popular se muestra indeciso y declara: "No tengo decidido si voy a pedir el rescate, la ayuda al BCE". Rajoy dice que "se tiene que pensar esa decisión, el presidente del gobierno ha apelado a la prudencia y a la calma para tomar decisiones de esta importancia. Rajoy ha insistido en que la prioridad del país es la reducción del déficit, un mensaje claro a los mercados financieros de austeridad, consolidación fiscal y compromiso con los acreedores de España. El presidente del Gobierno asegura "que intenta ser equitativo" pero España no puede seguir gastando más de lo que ingresa, hay que dar confianza a los que nos prestan el dinero "porque sino no no lo prestan". Los mercados y la financiación sostenible de la deuda siguen siendo la prioridad para este Gobierno, se acercan grandes vencimientos de deuda a finales de año y los intereses van a ser la calve para el futuro de España.

Rajoy asegura que no ha presionado al BCE para que se compren bonos españoles, pero señala: "estoy a favor de que el Banco Central Europeo compre bonos". El líder del Partido Popular explica que los Estados de la Unión Europea tienen que ponerse de acuerdo, a partir de ahí se tomarán decisiones. El presidente del BCE, Mario Draghi, aseguró el pasado jueves que la institución europea está dispuesta a comprar deuda soberana de los países con problemas a cambio de la petición de rescate.

Ajustes

El presidente del Gobierno vuelve a insistir, asegura que "lo único que aseguro es que nuestros compromisos de déficit para el año que viene, que es del 4,5% del PIB lo vamos a cumplir". La prioridad será tratar a los pensionistas de la mejor manera posible, pero no específica como va a actuar el Gobierno con los pensionistas ni con los funcionarios. Rajoy no ha querido 'pillarse los dedos' en este aspecto, el déficit hasta julio está disparado y las medidas que va a tener que tomas de aquí a fin de año son una incógnita que puede variar en función de los hechos que se vayan sucediendo.

Para el líder del Partido Popular, España va a cumplir también con el objetivo de déficit para este año, a pesar de que en julio el Estado ya había acumulado un déficit del 4% sobre el PIB (a este dato hay que sumar el déficit de CCAA y ayuntamientos), para este año el objetivo de déficit se sitúa en el 6,3%.

Las respuestas de Rajoy han sido largas y repetitivas, el objetivo de déficit público y su cumplimiento se ha escuchado en cada contestación. En cada contestación, el presidente hablaba de propuestas y reflexiones que no tenían que ver con la pregunta efectuada por el periodista.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Señor De Guindos, Alemania hizo su ajuste en un contexto de crecimiento mundial

Elaboración propia, datos de Eurostat
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, señaló ayer que "España está haciendo hoy lo que Alemania hizo hace 10 años". El ministro pone como ejemplo la política económica que siguió Alemania desde el nacimiento del euro, para justificar la política que está siguiendo España ahora. Pero De Guindos omite una diferencia fundamental, cuando Alemania puso en marcha estas políticas basadas en la contención salarial y de los beneficios distribuidos (con el objetivo de ganar cuota de mercado dentro de la Eurozona y ser una economía totalmente exportadora y más competitiva) la producción crecía a nivel mundial y la demanda era sólida en Europa. Alemania podía castigar su demanda interna para ganar cuota de mercado en el exterior. Como se puede ver en el gráfico, Europa crecía a tasas considerables, Estados Unidos también, hasta Japón lograba tasas positivas.

Estados Unidos y parte del mundo estaban superando muy rápido el estallido de la burbuja de las 'PuntoCom'. El tipo de interés de referencia en la zona euro estaba en el 2%, en Estados Unidos era incluso inferior, la producción crecía y el desempleo comenzaba a caer de forma sorprendente en algunos Estados como España o Irlanda, que alcanzaron mínimos históricos de desempleo. Justo a la vez comenzaba a hincharse una burbuja inmobiliaria (España e Irlanda) que provocó el conocido 'efecto riqueza' en los agentes económicos de estos países, que se creían más ricos porque sus viviendas valían mucho más, lo que les impulsaba a consumir. El consumo crecía con fuerza en los Estados que ahora están inmersos en la crisis de deuda soberana, todos los agentes económicos (hogares y empresarios) querían más renta para comprarse un BMW fabricado en Alemania. Nadie pensaba en el futuro, ni en la competitividad, ni en reformas ni en nada. Los gobiernos dejaban hacer.

Los alemanes que son muy listos aprovecharon que el ciclo era expansivo para mejorar sus productos, ser más competitivos y lograr unos márgenes que hoy están ayudando a los germanos a mantenerse estables dentro de una crisis devastadora. Es por todo eso que no me vale la comparación que ha hecho el ministro Luis de Guindos, nosotros estamos haciendo lo que hizo Alemania, pero en un contexto totalmente diferente. Ahora la economía de la Eurozona está deprimida (el comercio intraeuropeo es el 67% del total), la inflación controlada y el consumo ha muerto. Por mucho que se mejore la competitividad de nuestros bienes y servicios el efecto conseguido va ser muy inferior a lo que logró Alemania.

De todos modos, llegados a este punto no queda más remedio que la 'devaluación interna', única forma para salir de la crisis, una salida larga, dolorosa y a destiempo. A ver si para la próxima vez hemos aprendido algo y cuando el ciclo sea expansivo sabemos controlar los salarios, los beneficios distribuidos, el gasto público y todos los excesos que cometimos. Las reformas se tienen que hacer cuando la música está sonando, cuando nadie se acuerda de las crisis. Pero los políticos no se atreven a recortar el gasto público cuando la economía crece, los sindicatos no se quieren contener los salarios cuando la burbuja se está hinchando y la patronal no quiere usar los beneficios para reinvertirlo y buscar mejoras de productividad.

Sí, señor De Guindos, estamos haciendo lo que Alemania hizo, pero como muchas cosas en este país lo estamos haciendo tarde, 10 años más tarde y cuando más sufrimiento va a soportar la población.


jueves, 30 de agosto de 2012

Dos miembros del Consejo de Asesores Económico de Alemania piden que se repartan los costes de la crisis de forma más justa


La Unión Europea y los Estados que componen la Unión Monetaria están entrando en un túnel recesivo del que no se ve salida a medio plazo. El sufrimiento de la población de los países más afectados empieza a ser más que llamativo, la solución para salir de esta crisis de llegar cuanto antes. Por eso, diecisiete afamados economistas europeos, han redactado un documento en que proponen varias vías para intentar escapar de este ciclo recesivo que dura ya más de lo debido.

Entre los economistas destaca la presencia de dos miembros del Consejo de Asesores Económicos Alemán, en el país germano a los miembros de este consejo se les conoce como 'Los Sabios'. Los dos miembros de este consejo son Peter Bofinger, profesor de la Universidad de Wuzburgo, y Lars Feld, profesor de la Universidad de Friburgo.

Este documento fue publicado en julio, pero quizás no se le dio toda la importancia que debería a que dentro de sus firmas estuvieran dos miembros del Consejo de Asesores Económicos Alemán. El economista español Guillermo De la Dehesa, está dentro de los diecisiete economistas firmantes, si que lo advirtió en su artículo El manifiesto de los diecisiete, pero pocos se hicieron eco de ello. Este post que redacto hoy está basado en el documento original y el artículo de Guillermo De la Dehesa.

Este documento llamado en español “Acabar con la recesión: un camino para salir de la crisis”  pide que se repartan los costes actuales de una forma más justa, pero que a la vez se arreglen los fallos estructurales de diseño de la Unión Monetaria. Primero hay que resolver el problema a corto plazo, que es el alto diferencial que pagan algunos Estados para emitir sus deuda, porque estos países tienen ahora unos problemas que no fueron causados sólo por ellos mismos, sino que fue el resultado de un mal diseño de la Unión Monetaria, que ha favorecido un exceso de deuda de unos Estados y un exceso de ahorro en otros. Para solucionar este problema, los diecisiete economistas sugieren la conocida mutualización de la deuda, es decir, que la Unión Monetaria utilice sus instrumentes (FEEF y el MEDE) para avalar la deuda que emiten los Estados con problemas de financiación.

La segunda medida que proponen es que se otorgue al MEDE una licencia bancaria para asegurar su capacidad de garantía y choque. Con una licencia bancaria, el MEDE podría pedir prestado al BCE y tener una capacidad de financiación prácticamente infinita, que espantaría a todos los especuladores.

La tercera propuesta consiste en una reestructuración de la deuda voluntaria, los países implicados ofrecerían a sus acreedores nuevos bonos con la misma rentabilidad que los anteriores, pero con unos plazos de vencimiento más extensos, para logar algo de tiempo y poder aplicar las reformas necesarias para crecer antes de devolver la deuda.

La cuarta señala que estos Estados deben realizar reformas fiscales estructurales, como aumentar la edad de jubilación, reformas laborales o de reducción del personal del sector público y una devaluación fiscal, sustituyendo impuestos al trabajo por impuestos al consumo. El Gobierno de España ha hecho algo parecido tras el último incremento del IVA, que va acompañado de una rebaja de un punto de las cotizaciones sociales para el año 2013. Con una devaluación fiscal se pretende reducir el déficit por cuenta corriente, ya que al incrementar el IVA se encarecen todos los productos, tanto nacionales como importados, pero al reducir las cotizaciones sociales sólo se reducen costes (por ende su precio) de los bienes producidos en España, por lo que se incrementará el consumo de estos bienes dentro de las fronteras españolas y fuera también, aunque en menor medida.
           
La quinta propuesta es compartida por casi todos los economistas, trata de la consecución de una unión bancaria y de la reducción creíble de la deuda. Para lograr esto último, el BCE debe tener más espacio para actuar de forma activa en los mercados de deuda.

La sexta habla de políticas fiscales y monetarias extraordinarias o de emergencia, para ayudar al crecimiento del PIB y luchar contra las grandes recesiones que se están viviendo en algunos Estados.

La séptima y última consiste en permitir al MEDE que actúe cuando se produzca una fuerte caída de los precios de los activos, pudiendo causar una recesión. El MEDE debería poder inyectar capital en los bancos más afectados por esta depreciación de sus activos.

En lo que se refiere al problema a largo plazo, estos expertos no ven necesaria la creación de los eurobonos o llegar a una unión fiscal total. Bastaría con construir una serie de instituciones comunes para superar la crisis. Para ello habría que crear una política fiscal destinada compensar el impacto de una única política monetaria, que para unos es restrictiva y para otros Estados demasiado expansiva, y crear una supervisión financiera a nivel europeo y una unión bancaria real con el BCE como único supervisor.


jueves, 23 de agosto de 2012

¿Por qué el ministro Soria insiste en que los españoles pasen sus vacaciones en España? El secreto está en la balanza de pagos

Playa de la reserva natural de Calblanque (Murcia)

En los últimos días hemos presenciado como varios ministros del Gobierno de España pedían a sus ciudadanos que intentaran pasar sus vacaciones en territorio nacional. El que más ha insistido en este aspecto ha sido el ministro de energía y turismo, José Manuel Soria, argumentando que muchos españoles salen fuera de España buscando sol y playa cuando aquí tenemos los mejores espacios y establecimientos de ese tipo. El ministro argumenta que “cuando nos visitan 57 millones de ministros de turistas cada año, no pueden estar equivocados, a lo mejor los equivocados somos nosotros… que nos vamos a lugares recónditos”.

La explicación de esta petición es muy simple y sabida por todos, si los españoles nos quedamos en vacaciones en España todo el consumo que realicemos será dentro de nuestras propias fronteras. La demanda interna será mayor y tendrá una repercusión positiva sobre la contratación y los resultados de las empresas dedicadas al sector turístico. Esta es la explicación que todos tenemos en la cabeza, pero hay otra que en realidad viene a decir lo mismo pero de una forma más técnica y compleja.

La balanza de pagos

La balanza de pagos está directamente relacionada con la petición del ministro Soria. La balanza de pagos es el instrumento que se utiliza para proporcionar información de las transacciones exteriores de un país, en ella se registran todas las operaciones comerciales y financieras, que tienen lugar en un periodo concreto, entre los residentes del país y los del resto del mundo. Para cuantificar el saldo de la balanza de pagos se utilizan unidades monetarias, luego este saldo se le da una importancia u otra según sea el saldo en porcentaje del PIB para que los datos sean comparables.

Que los españoles se queden a veranear en España sería una pequeña pero buena ayuda para intentar reducir el saldo negativo de España por cuenta corriente. Que los españoles pasen sus vacaciones fuera de España implicaría un incremento de los pagos de residentes al resto del mundo, por los servicios recibidos (hoteles, restaurantes, masajes), que se contabilizarían como un gasto en la balanza de servicios. Esta balanza se encuentra a su vez dentro de la balanza por cuenta corriente. La balanza por cuenta corriente está compuesta por la balanza de bienes (compra y venta de bienes entre residentes y no residentes), la balanza de servicios (ingresos por servicios prestado y gastos por servicios recibidos, como los que recibe un turista que sale fuera de España), balanza de rentas (ingresos o pagos por las rentas del trabajo y del capital) y balanza de transferencias (transacciones que no implican contrapartida).

La balanza por cuenta corriente tuvo un saldo negativo en 2011 equivalente al 3,5% del PIB. Y es que, el saldo de la balanza por cuenta corriente más el de la balanza por cuenta de capital (transferencia de capital que no modifican la renta nacional) señalan la capacidad o necesidad de financiación de un país frente al resto del mundo. Los saldos conjuntos de estas dos balanzas en España dan un resultado negativo del 3% del PIB,  a pesar de la crisis y de haber reducido considerablemente las importaciones siguen necesitando financiación externa, nos seguimos endeudando con el resto del mundo. Esta deuda tiene unos intereses que se suman al principal y se convierten en un lastre para el crecimiento de la economía española.

El peso que puede tener, que los españoles se queden en España, en el saldo final de la balanza pagos es pequeño. Pero de cierto modo tiene algo de sentido lo que dice el ministro Soria. Si los españoles salimos fuera gastaremos más, no endeudaremos más y encima lo haremos con el exterior y sin generar un beneficio económico para España. Si vais a ir a la playa ahí arriba os deja una foto de la magnífica playa de la reserva natural de Calblanque (Murcia).

miércoles, 15 de agosto de 2012

La actividad bancaria: ¿Por qué los bancos quiebran con tanta facilidad?


Desde que comenzó la crisis económica en 2007 hemos visto en repetidas ocasiones como el sector público (gobiernos y bancos centrales) ha tenido que salir al rescate de multitud de entidades financieras, algunas porque estaban faltas de liquidez y otras simplemente porque eran insolventes. La misión más complicada para gobiernos y bancos centrales es distinguir entre las entidades ilíquidas y las insolventes, a las entidades ilíquidas hay que ayudarlas a superar su falta de liquidez, para que continúen con su función de intermediarios entre ahorradores y los prestatarios que necesitan dinero. Pero a las insolventes (sus activos tienen un valor muy inferior a su pasivo por diferentes motivos) hay que dejarlas caer, salvar a este tipo de entidades que han actuado mal es alargar la vida y premiar a unos bancos que no han sabido competir. Las crisis sirven para ver que empresas son las más fuertes y merecen seguir vivas, y cuáles son las más débiles y merecen morir.

Los bancos y casi todas las entidades financieras fueron las primeras en sentir la crisis y las que están provocando que esta se alargue en el tiempo. Esto tiene una explicación, mucha gente se pregunta que por qué los bancos no tienen dinero, que qué ha pasado con los ahorros que depositaron en su sucursal de toda la vida, que si se los han robado de la caja fuerte o los han usado para comprarse una casa en la playa. Para resolver estas cuestiones hay que tener claro cómo funciona un banco. Todavía hay muchas personas que creen que todo el dinero que hay en una economía está en efectivo (billetes y monedas), si esto fuera así quizás no estaríamos en la crisis que nos encontramos, pero seguro que tampoco hubiéramos avanzado ni la mitad de lo hemos hecho en el último siglo.

¿Cómo funciona un banco?

Además del dinero en efectivo, también hay que contar con el dinero bancario que está formado por los depósitos bancarios que tienen las familias y las empresas (no financieras) en los bancos. El secreto de todo está en este dinero bancario, al contrario de lo que muchos creen no está respaldado íntegramente por dinero físico, sólo una pequeña parte lo está, concretamente el 1% (en la eurozona) desde enero de 2012, anteriormente era el 2%. Esta parte que el banco guarda en su banco central en dinero en efectivo son conocidas como las reservas bancarias. El porcentaje de este dinero que los bancos tienen que guardar en el BCE (en el caso de la eurozona) se le denomina coeficiente de caja, cuanto menor sea este porcentaje menor será el respaldo real de nuestros depósitos, pero será mayor el número de veces que puedan dar créditos los bancos comerciales.

Un ejemplo práctico en el que el coeficiente de caja es del 10%: Alberto tiene 100€ y no sabe qué hacer con ellos, de modo que los deposita en su cuenta corriente del Banco de Arganda. Ahora el Banco de Arganda de esos 100€ tiene que coger el 10% (10€) en reservas, en la cajita del BCE ¿Qué ocurre con los otros 90€? El Banco de Arganda los usa para prestarlos a cambio de un tipo de interés. Miguel Ángel quiere una guitarra nueva y se acerca al Banco de Arganda a pedir un crédito de 90€, que es lo que cuesta el instrumento de cuerda. El Banco de Arganda le da esos 90€ (los ha ingresado Alberto) con los que va a la tienda del barrio a comprarse la guitarra. El vendedor de guitarras coge esos 90€ y los vuelve a depositar en el mismo banco, como el coeficiente de caja es del 10% el banco tiene que coger 9€ (el 10% de 90) y depositarlo en la caja de reservas del BCE. Los 81€ restantes los vuelve a prestar y así sucesivamente hasta que se acaba el depósito inicial de 100€, esto es conocido como el multiplicador monetario. Con sólo 100€ físicos el Banco de Arganda ha prestado 1000 euros a diferentes agentes económicos.

Lo bueno de este sistema es que cuando funciona y hay confianza, todos los agentes tienen acceso a un crédito, el dinero circula, la producción crece y el mundo avanza. La parte negativa la estamos viviendo ahora, cuando no hay confianza en el sistema los agentes corren a sacar el dinero de los bancos (corridas bancarias), como es lógico si Alberto y el vendedor de guitarras acuden a sacar a la vez el dinero al Banco de Arganda, esta entidad sólo tendrá 19 € (reservas) para responder, pero Alberto quiere sus 100€ y el vendedor también quiere lo que ingresó. El banco siguiendo la teoría de los grandes números no había previsto que todos sus depositantes fueran a la vez a por el dinero. Ahora el Banco de Arganda necesita ayuda para continuar con su actividad, este banco ha prestado su dinero a agentes fiables y no ha realizado operaciones con un riesgo excesivo, pero la desconfianza de sus depositantes puede provocar su quiebra si no recibe ayuda.

Este es un ejemplo simplificado al máximo para facilitar la comprensión de la actividad bancaria a día de hoy. En el funcionamiento real de los bancos entran en juego múltiples variables que no aparecen en este post.

jueves, 2 de agosto de 2012

¿Por qué son inviables las propuestas de Julio Anguita para salir de la crisis?



En el último post que escribí intenté explicar por qué se equivocaba Julio Anguita con sus propuestas para salir de la crisis. Comencé hablando de la primera, subir el salario mínimo a 1.000 euros, con sólo esta propuesta tuve para completar un post entero. Hoy quiero comentar el resto de propuestas, entre las que hay varias con mucho sentido.


La siguiente propuesta en cuestión defiende que no debería existir ninguna pensión por debajo de del salario mínimo interprofesional, supongo que Anguita se refiere al SMI que proponía él (1.000 €). De nuevo es una proposición preciosa, con la que todos estaríamos de acuerdo si no fuese porque el dinero no nace en los árboles. Con las  pensiones actuales, la Seguridad Social cerró el año 2011 con un déficit de 668 millones de euros, una cifra que seguramente se va incrementar en 2012 ante el creciente desempleo y envejecimiento de la población.

Para lograr que no hubiese ninguna pensión por debajo de los 1.000 euros hay varias opciones: 1ª que el Estado incremente las aportaciones a la Seguridad Social, con el coste que ello representaría para otras partidas de gasto (justicia, defensa, sanidad, etc.). 2ª Que se incrementen las aportaciones de los empresarios a la SS, una medida que supondría un incremento de los costes laborales y un desincentivo más a la contratación. 3ª Que se incrementen las aportaciones de los trabajadores a la SS, el trabajador debería estar dispuesto a recibir un menor salario ahora a cambio de lograr la sostenibilidad de un sistema en el que ninguna pensión puede estar por debajo de los 1.000 euros. Ahora sólo queda esperar a ver qué prefiere la opinión pública.

La tercera propuesta es la extensión y ampliación de la prestación por desempleo. Copio literalmente lo que dicen los PGE 2012 ‘el elevado gasto en prestaciones por desempleo en los últimos años ocasiona que el Servicio Público de Empleo Estatal, organismo que hasta 2007 se autofinanciaba con las aportaciones sociales de empresarios y trabajadores, requiera de importantes aportaciones del Estado para su financiación. En esta línea, la aportación para 2012 asciende a 13.306,57 millones de euros’. Si Anguita desea una ampliación de las prestaciones por desempleo hay que detraer fondos de otras partidas o incurrir en un déficit mayor, emitiendo deuda nueva y pagando los altos intereses que todos conocemos. Además, ampliar las prestaciones puede ser un incentivo más para que se produzca la siguiente situación, que ya se ha convertido en cotidiana: ‘para que voy a buscar trabajo ahora si me quedan dos años de paro’. En fin…

La cuarta propuesta dice lo siguiente: ‘Reforma Fiscal: progresividad, persecución del fraude fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Revisión de la legislación sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Dotar de infraestructuras de todo tipo a la Inspección de Fiscal de la Hacienda Pública’. En España el escalón más alto de la tabla de IRPF está en el 52%, una persona que gane 300.000 euros brutos debe tributar al Estado 156.000 euros. Este escalón del 52% es el cuarto más alto de toda la Unión Europea, no sé si la solución es incrementarlo aún más, pero en España ya hay progresividad impositiva y más aún desde la última reforma (ver tabla).

Tipos más altos de IRPF. Fuente: Eurostat


Demagogia de las SICAV

En lo que se refiere al tema de las SICAV merece la pena explicarlo bien, porque como titula el profesor Juan Ramón Rallo en uno de sus artículos hay que tener cuidado con ‘La extrema demagogia de las SICAV'. Estos vehículos de inversión tributan al 1% sobre los beneficios obtenidos en sus inversiones sobre capital mobiliario (acciones, bonos, fondos, etc.). Esto es así mientras que los partícipes no retiren los beneficios, en el momento que deciden retirarlos el tipo aplicable es del 27%, siempre y cuando la base liquidable supere los 24.000 euros.

El profesor Rallo expone el siguiente ejemplo en su artículo: ‘imagine una Sicav posea todas las acciones de una empresa X. Esa compañía X gana antes de impuestos 100 millones de euros y paga un 30% en concepto de Impuestos de Sociedades. Los 70 millones restantes los distribuye en dividendos para la Sicav, por lo que ésta tendrá unos beneficios de 70 millones. Si tributara al 30%, apenas le restarían 49 millones de ganancias a la Sicav, cuyos partícipes deberían, a su vez, pagar un 27% sobre los mismos cuando les fueran distribuidos como dividendos. Dicho de otro modo, a los inversores finales apenas les restarían 36 millones de euros sobre los 100 obtenidos originalmente por la compañía X. Una fiscalidad realmente cainita que haría, muy comprensiblemente, que todo ese capital huyera de España’.

Para ir terminando voy a abreviar, las dos siguientes propuestas dicen lo siguiente: ‘Banca pública como corolario de la nacionalización de la banca privada y las cajas de ahorros’ y ‘nacionalización de los sectores estratégicos de la economía’. Estas dos propuestas no hace falta dedicarles mucho tiempo, todos sabemos lo que ha pasado en América Latina y en cualquier país que se ha dedicado a nacionalizar los sectores estratégicos.

Por último quiero destacar dos medidas con las que estoy de acuerdo. La primera es la separación total entre iglesia y Estado, algo lógico en los tiempos que corren. Pero aquí al señor Anguita se le olvidan otros dos entes que chupan del Estado, partidos políticos y sindicatos. Tanto unos como otros deben buscar la financiación entre sus afiliados o como ellos quieran. Ahora viven del Estado y obedecen a lobbies y grupos de presión como si de ellos dependieran sus ingresos, pues al menos que sean estos quienes les financien y no nosotros. La segunda propuesta acertada es la reforma del Sistema Electoral para que sea más justo y proporcional, creo que es algo que se debería cambiar inmediatamente.

miércoles, 25 de julio de 2012

¿Por qué se equivoca Julio Anguita en sus propuestas para acabar con la crisis?


Pantallazo de Youtube

Julio Anguita ha sido y es uno de los políticos más respetados en España, desde que en este país el pueblo tiene el poder de elegir a sus gobernantes. Su sabiduría y el ser consecuente con sus palabras dieron sus frutos en las elecciones de 1993, en las que el partido que él lideraba, Izquierda Unida, consiguió más de dos millones de votos, un resultado que hasta el día de hoy ha sido insuperable para esta fuerza política.

Sin embargo, hoy, escribo este post para hablar de un Julio Anguita diferente, un hombre que ha caído en las redes del populismo y del discurso fácil, donde dice lo que todo el mundo quiere  escuchar. Un discurso sin sentido económico ni común, salvo por ciertas partes en las que toda la población coincide, como puede ser el rechazo a la corrupción o el malestar que provoca ver como el dinero del contribuyente se usa para recapitalizar bancos que se encuentran descapitalizados por méritos propios. El resto de las propuestas de Anguita no hay por donde cogerlas (Aquí puedes leer todas sus propuestas), sus propuestas pueden tener algo de sentido en un contexto económico totalmente opuesto al actual, un panorama en el que las empresas obtuviesen beneficios, el Estado ingresase más de lo que gasta, es decir, cuando el ciclo económico fuese expansivo y no recesivo como ocurre ahora.

Salario mínimo interprofesional

La primera propuesta de Anguita consiste en incrementar el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros, desde los 641,40 euros actuales. Se trata de subir el salario mínimo un 56% de un día para otro. Cada día vemos delante de nuestros ojos como cierran pequeñas y medianas empresas porque no pueden soportar la caída del consumo, porque no pueden afrontar los vencimientos de sus créditos y no pueden seguir pagando a sus empleados. Por eso, la primera consecuencia de esta medida sería el cierre inmediato de miles de empresas y la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo. Por desgracia, el mercado de trabajo se comporta, como su propio nombre indica, como un mercado, con su oferta y su demanda. La demanda está formada por la necesidad de trabajadores de las empresas, mientras que la oferta está compuesta por todos los trabajadores que quieren trabajar. El precio es el salario ofrecido por el demandante o empresario al trabajador. Ahora, la oferta son los más de 5 millones de parados que hay en España y la demanda son las nulas necesidades de las empresas de contratar factor trabajo. Ante este panorama, para que la oferta y la demanda volviesen a encontrarse en el punto de equilibro se debería producir una corrección a la baja del precio (salarios), por desgracia.

Si miramos al pasado reciente, uno de los principales problemas que ha tenido España durante los años de bonanza fue el fuerte incremento de los costes laborales unitarios (CLU) respecto a los países del núcleo de Europa y del norte. Los CLU se definen como el coste laboral total (salarios) dividido entre el valor de la producción, es decir, lo que el empresario paga al trabajador por cada unidad producida. En España los CLU han crecido mucho más deprisa que en la mayoría de los países de la eurozona, como consecuencia de aumento continuo y prolongado de los salarios sin el correspondiente incremento de productividad. Esta situación ha derivado en la pérdida de competitividad de los bienes y servicios producidos en España.


Elaboración propia con datos de Eurostat

Como se puede observar en el gráfico, mientras que en España y Portugal nos dedicamos durante los años de expansión a incrementar salarios, en Alemania prefirieron usar los beneficios para mejorar el rendimiento de las empresas, mejorar la productividad, crear mejores bienes y servicios manteniendo la estabilidad de precios en su economía (la inflación en Alemania fue muy inferior a la de los países del sur). Gracias a este tipo de políticas y formas de actuar del empresario y el trabajador alemán, el país germano tiene un inmenso superávit por cuenta corriente, Alemania tiene la capacidad de financiar todos nuestros excesos. Por contra en España, al afán por distribuir beneficios y elevar salarios nos ha llevado a un creciente déficit por cuenta corriente, que llegó a su punto más álgido en 2007, alcanzó el 10% del PIB. Todos los incrementos de salarios se terminaban trasladando a precios, el consumo crecía y ante la baja productividad y competitividad española casi todos los bienes se importaban del exterior, agrandando las necesidades de financiación de España y la deuda externa del país, que hoy es uno de los lastres que impide que la economía española se recupere.

Por eso, creo que lo último que se debería hacer en España es un aumento de los salarios. Como dice el responsable del Gabinete económico de CCOO y gran profesor de la URJC, Miguel Ángel García, ahora es el momento de moderar los beneficios distribuidos (dividendos, bonus a ejecutivos, gestores, etc.) y salarios, para lograr un descenso o crecimiento inferior de los precios de los  bienes y servicios producidos en España, respecto a los precios de nuestros principales socios comerciales de la zona euro, con los que compartimos el 67% del comercio total. Además, sería conveniente aprovechar ese incremento de los beneficios no distribuidos para conseguir un mayor valor añadido de nuestros bienes y servicios. Con estas actuaciones, lo ‘made in Spain’ ganaría cuota de mercado tanto en España como fuera, creando puestos de trabajo y tirando delo PIB español.

Como se observa en el gráfico, con la llegada de la crisis económica se están reduciendo los costes laborales unitarios a marchas forzadas, a la vez que la productividad crece más rápido que en cualquiera de los últimos doce años. Pero este proceso se está produciendo como consecuencia de la caída de los ocupados, es decir, con menos gente trabajando se intenta mantener el nivel de producción, cada trabajador produce más, pero no por una mejora tecnológica o de otro tipo, que sería el crecimiento sano de la productividad. Ahora lo decente por parte del empresario sería obedecer al ministro De Guindos y disminuir las propias retribuciones de los empresarios y las de sus consejos de administración. En estas circunstancias todos tenemos que arrimar el hombre por igual, incluso los que viven en una posición más desahogada deben hacer algo más que el resto.

Sólo hablando de la primera propuesta de Julio Anguita he ocupado el espacio del post de hoy, si no ocurre nada de tal relevancia que me obligue a comentarlo, el próximo post estará dedicado al resto de las propuestas de Julio Anguita, entre las que hay algunas que tienen mucho sentido y otras que no tanto.

miércoles, 18 de julio de 2012

En una devaluación fiscal sólo paga el ciudadano


La subida del IVA aprobada por el Gobierno de España recientemente obedece a un intento de los dirigentes de este país por lograr los objetivos de déficit exigidos desde Bruselas para 2012. España no puede superar el 6,3% de déficit sobre su PIB, una ardua tarea que el Gobierno está intentando cumplir mediante el  recorte de gastos y el incremento de los ingresos, aunque esto último no se ha conseguido todavía. El estancamiento económico que vive España está impidiendo que los ingresos del país se incrementen, de modo que el Gobierno decide volver a subir los impuestos castigando el consumo y la inversión, creando un círculo vicioso del que es complicado salir.

 Por si esto fuera poco el sistema financiero español vive el momento más delicado desde el comienzo de la crisis, la morosidad se encuentra en el 8,95%, muy cerca del pico histórico establecido en el 9,15%. Además, varias entidades se encuentran a la espera de recibir una inyección de liquidez de dinero europeo para continuar operando con normalidad.

Devaluación fiscal para ganar cuota de mercado

Ante este panorama tan complejo, la única salida factible para España viene del exterior, que el resto de países, sobre todo de la zona euro y la UE en general, incrementen sus importaciones de bienes y servicios españoles. El endeudamiento privado español es del 220% del PIB, por lo que la demanda interna no va a ser la que nos saque del agujero. Como son las exportaciones las que van a tener que tirar del PIB,  la productividad de las empresas españolas tiene que seguir creciendo a buen ritmo para intentar que los bienes y servicios españoles sean competitivos respecto a los de nuestros principales socios comerciales. Hay que recordar que el 67% de todo el comercio español es intracomunitario. Una de los caminos para lograr ganancias de competitividad es la conocida como ‘devaluación fiscal’.

Precisamente hace pocos días el Catedrático en Economía de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, explicaba en su blog como los profesores de Harvard Emmanuel Fahri y Gita Gopinath y el profesor de Princeton Oleg Itskhoki hacían una interesante propuesta  para solucionar uno de los principales desequilibrios dentro de Europa, los elevados déficits por cuenta corriente de varios países.

Elaboración propia con datos de Eurostat


 La solución para estos expertos pasa por algo parecido a lo que aprobó recientemente el Gobierno de España, una subida contundente del IVA y una reducción de las cotizaciones sociales. Con una gran subida del IVA se encarecen por igual todos los bienes y servicios que se venden en España, como consecuencia el consumo se resiente y la importaciones de bienes y servicios extranjeros cae, los españoles también en principio. Pero como las empresas españolas exportadoras se reembolsan en IVA de forma inmediata pueden seguir exportando sin costes adicionales. Además, con la reducción de las cotizaciones sociales se reducen los costes de las empresas españolas, lo que pueden usar estas compañías para abaratar o mejorar sus bienes y servicios, ganando cuota de mercado. Como dice Sala i Martín “de este modo, la ‘devaluación fiscal’ consigue el objetivo de encarecer los productos extranjeros y abaratar los españoles, exactamente igual que la tradicional “devaluación monetaria”. Así se corregiría el déficit por cuenta corriente español y como consecuencia comenzaría a reducirse la deuda exterior española.


Sólo paga el ciudadano

La parte negativa de la devaluación fiscal salta a la vista, todos los esfuerzos provienen de los ciudadanos. Primero la subida del IVA, impuesto que recae sobre el consumidor, además el IVA es un impuesto regresivo (pagan más las menores rentas). Por otro lado la reducción de las cotizaciones sociales, que afectan de lleno a la remuneración del factor trabajo (salario de los trabajadores). El salario de un trabajador está compuesto de dos partes: el salario directo y el salario diferido, en este último es donde se encuentran las cotizaciones a la seguridad social, parte del salario que el trabajador recibirá tras su jubilación.

Queda claro así que la devaluación fiscal es una alternativa para incrementar la competitividad de los bienes y servicios españoles y lograr el equilibrio la balanza por cuenta corriente, pero el precio que tiene que pagar el ciudadano es elevado. Serían los hogares los que tendrían que sacrificarse reduciendo su poder adquisitivo actual y futuro, con las nefastas consecuencias para la economía española

viernes, 13 de julio de 2012

Análisis y consecuencias de las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno


'Patallazo' Youtube

El Gobierno del Partido Popular continúa con la avalancha de reformas emprendidas desde su llegada al poder. Este miércoles se tomaron otras muchas medidas que van a influir considerablemente en el desarrollo de la economía española. Si tuviese que enumerar todas las decisiones que Rajoy anunció ocuparía todo el espacio de este post, si pincháis aquí accederéis a todas las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, que supondrán un ahorro de unos 65.000 millones de euros hasta 2014 para las arcas del Estado.

Funcionarios

Las medidas más polémicas sin duda son las que afectan de lleno a los empleados públicos del Estado. Los funcionarios ya han comenzado a manifestarse para luchar contra la lenta abolición de sus privilegios. Poco a poco se va acabando contra las desigualdades entre empleados del sector público y los trabajadores del sector privado, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Los funcionarios dispondrán de menos días 'moscosos', el número de liberados sindicales se limitará al mínimo que marca la ley, se equipararán sus condiciones en situación de incapacidad temporal a las del resto de los trabajadores y como medida excepcional y extraordinaria se suspende la paga extra de navidad para ellos. Todos estos cambios van dirigidos a equiparar la situación de los empleados públicos a la de los empleados del sector privado, buscando incrementar la productividad del ineficiente sector público español. Aunque veo prácticamente imposible que esta igualdad entre empleados llega a culminarse algún día, en España hay muchos funcionarios y ganar o perder unas elecciones puede depender de como estén de contentos o enfadados. Lamentablemente, con la clase política de hoy día en España no habrá ningún presidente con agallas para conseguir la igualdad de condiciones y derechos entre funcionarios y el resto de empleados.

Subida del IVA

La otra medida estrella anunciada por Mariano Rajoy fue la subida del tipo general del IVA del 18% al 21% y la del reducido del 8% al 10%. Como conviene siempre recalcar, el IVA es un impuesto regresivo. Esto quiere decir que afecta con mayor fuerza a las rentas más bajas, mientras que las rentas altas lo esquivan algo mejor. Una familia con unos ingresos mensuales de 1.000 euros seguramente tendrá que usar la totalidad de ese dinero para vivir mes a mes, de modo que el 100% sus ingresos se verán gravado por el IVA. Por el contrario, una familia que ingresa 4.000 euros mensuales, puede destinar 2.000 a consumo para vivir y otros 2.000 a ahorro o inversión, de modo que sólo verá gravado el 50% de sus ingresos. Dentro de lo malo, la subida del IVA no afecta al tipo superreducido, es decir, alimentos de primera necesidad, medicamentos y libros y revistas.

De todos modos, un incremento del IVA casi siempre supone un descenso del consumo y posiblemente una caída a corto plazo de la producción, ya que el consumo en España representa algo más del 60% del PIB. El consumo en España ya está deprimido a causa de la crisis económica y sobre todo por el endeudamiento privado español, que representa casi el 220% del PIB según Eurostat, mientras que este endeudamiento y sus correspondientes intereses no sean sostenibles para los agentes privados veo muy difícil una recuperación del consumo y la inversión, y por ende de un crecimiento estable del PIB. Un incremento del IVA sólo puede ralentizar este proceso de desapalancamiento de familias y empresas, que ahora tendrán que destinar un porcentaje mayor de su renta para pagar su consumo, de modo que quedará una porción menor para seguir pagando las deudas. Según la OCU cada familia deberá destinar 415 euros más al año a consumo por el incremento del IVA.

Este incremento del IVA surge para incrementar los ingresos del Estado, reducir el déficit y pagar con mayor holgura las deudas y sus intereses. Pero los gobernantes deberían haber tenido en cuenta que la deuda del Estado es de 768.000 millones de euros, mientras que la de familias y empresas es más de 2 billones de euros. El problema de deuda soberana de España es consecuencia, entre otras cosas, del excesivo endeudamiento de familias y empresas que les impide seguir consumiendo, invirtiendo y generando actividad, que al fin y al cabo es lo que termina produciendo los ingresos del Estado vía impuestos.
Por eso, mi opinión es que el Estado debería haber recortado aún más el gasto en otros sectores en los que sólo se ha raspado la superficie: una reducción mayor de cargos políticos, concejales, fusión de ayuntamientos, eliminación de diputaciones, abolición de los privilegios fiscales de Navarra y País Vasco, retirada total de subvenciones a sindicatos, partidos, organizaciones religiosas etc.

Resto de medidas

En lo que se refiere a la reducción de concejales, reducción de sueldo de los políticos, regulación del salario de los alcaldes, disminución de subvenciones a partidos y sindicatos, etc. Está claro, que a pesar de su pequeño peso, son movimientos positivos pero insuficientes para demostrar a la población que la crisis afecta a todos por igual en términos de recortes y austeridad.

Otra de las medidas destacables es la reducción de un punto porcentual de las cotizaciones sociales en 2013 y otro más en 2014. De este modo se lograra algo muy positivo, se reducirán costes y precios de los bienes y servicios producidos en España, así podrán ser más competitivos en principio, además será más barato contratar para el empresario por el menor coste.  Pero los recortes de las cotizaciones sociales tienen su parte negativa, y es que se puede comparar con una reducción de salario para el trabajador. Puesto que las cotizaciones a la seguridad social son el salario diferido del empleado, todo lo que se reduzca ahora no lo cobrará en el futuro. Respecto a las deducciones por adquisición de vivienda ya di mi opinión aquí.

miércoles, 4 de julio de 2012

Se ve luz al final del túnel de la recesión

En el día de ayer nos despertábamos con dos buenas noticias, que van acercando a la economía española hacia el final del largo túnel de la recesión. El paro cayó mucho más de lo esperado y el endeudamiento de los agentes privados (familias y empresas) continuó reduciéndose paulatinamente. Esto no quiere decir que el PIB y el empleo vayan crecer mañana, pero sí son dos buenas noticias que al menos aportan algo de esperanza y ánimo a una economía deprimida.

Buen dato de paro

Los datos de paro y afiliación a la seguridad social del mes de junio han sido positivos, como era de esperar con la entrada del verano, el desempleo debía caer con fuerza, pero la sorpresa fue que el descenso que se ha producido ha sido el mayor en el mes de junio desde 1996. El paro cayó en 98.853 personas respecto al mes anterior situándose en un total de 4.615.269 parados. Pero sobre todo, lo más esperanzador de todo son los 31.332 afiliados más a la seguridad social, nuevos cotizantes que contribuirán al sostenimiento del Estado de Bienestar.

Como siempre ya apareció alguien que intentaba aguar la fiesta, el polémico Niño Becerra hacia aparición en su cuenta de Twitter para recordar que "el desempleo registrado NO ha bajado en Junio en España: en términos desestacionalizados ha aumentado en 18.697 personas". El catedrático tiene toda la razón, pero aún así es el menor aumento de paro en un mes de junio desde 2006, algo está cambiando aunque sea lentamente y con muchos esfuerzos. Además, hay que tener en cuenta que el mes de junio era el último para regularizar la situación de las empleadas del hogar. Tener una empleada del hogar sin regularizar puede ocasionar muchos problemas para el empleador.

Cae la deuda privada

Por otro lado la deuda de las familias residentes en España se redujo en un 2,8% en términos interanuales hasta los 854.616 millones de euros según del Banco de España, de ese montante unos 650.000 millones son por adquisición y rehabilitación de vivienda (maldita burbuja inmobiliaria). Las sociedades no financieras (empresas) también prosiguieron su proceso de desapalancamiento, su deuda cayó un 1,7% interanual hasta 1,238 billones de euros, esto representa más del 100% del PIB español.

El proceso de desapalancamiento de los agentes privados de la economía española está siendo duro y doloroso. Mientras que familias y empresas continúen usando su dinero para pagar deudas, el consumo y la inversión seguirán de capa caída en España. Sin consumo e inversión es muy complicado crear empleo y lograr un crecimiento sano del PIB. Pero lo que está claro es que el proceso debe continuar, porque lo que realmente era insostenible era el volumen de deuda privada española. Además, desde la aparición del euro gran parte de esa deuda fue adquirida por extranjeros, los intereses generados por esa deuda ahogan a los residentes en España, enriqueciendo a los acreedores de fuera del país. De modo que la deuda privada española debe seguir reduciéndose hasta que los intereses lleguen a niveles soportables por familias y empresas.


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jueves, 29 de marzo de 2012

¿Por qué es necesaria la reforma laboral?

España y desempleo son dos sustantivos que suelen ir de la mano. El desempleo estructural en España ha sido excesivamente alto desde 1980, es fácil ver la tasa de paro española a menudo por encima del 15%. Pero además, cada vez que el ciclo económico es recesivo o simplemente deja de ser expansivo la tasa de paro se dispara. En varias ocasiones el desempleo ha llegado a alcanzar tasas superiores al 20%, el pico de la tasa de paro se produjo en el primer trimestre de 1994 con un 24,55% y casi 4.000.000 de parados. A partir de ese momento comenzó un ciclo expansivo de la economía, acompañado de un descenso continuo del desempleo que cayó en 2007 hasta el 8,3% de la población activa y 1.760.000 parados. En la actualidad con la crisis que estalló en ese mismo año volvemos a encontrarnos con unos números desastrosos, la tasa de paro está en el 22,85%, una cifra muy cercana al pico alcanzado en 1994.

Estas grandes oscilaciones y el alto porcentaje de paro estructural se pueden explicar en parte por las rigideces internas del mercado laboral español, además de otros factores: la imposibilidad de reducir los costes laborales cuando el contexto económico se presenta negativo para las empresas, esta es una de las principales causas del aumento de la tasa de paro. Otros aspectos que han lastrado la creación de empleo y el crecimiento de las empresas han sido el elevado subsidio por desempleo, la ampliación en el tiempo de los acuerdos alcanzados en la negociación colectiva, eliminado la posibilidad realizar ajustes vía salarios, las enormes diferencias entre los trabajadores indefinidos y los temporales.

Fuente INE

La actual reforma laboral busca mejorar varios de estos aspectos, las medidas tomadas son sin duda un claro recorte de los derechos de los trabajadores. Pero con la política monetaria en manos del BCE, de modo que la devaluación de la moneda queda descartada, no hay otra forma a corto plazo de conseguir reanimar la creación de empleo e intentar que las empresas españolas sean más competitivas y ganen cuota de mercado en el interior, pero sobre todo en el exterior. No cabe duda que es una misión complicada, pues países como India, Vietnam o China están creando cada vez mejores bienes y servicios a precios reducidos. Pero las duras medidas que se proponen en la reforma laboral son la única forma de, al menos intentar, competir con el exterior. Hemos comprobado que con el marco laboral anterior las cosas no han funcionado, a largo plazo podremos observar los resultados de este nuevo marco y decidir si es eficiente o si hay que volver a modificarlo.

El despido, como en la gran mayoría de las reformas laborales, ha sido el asunto mayor controversia ha creado, no por ello es la parte más importante de la reforma, pero sí la más llamativa para todos los trabajadores. La indemnización por despido objetivo queda reducida a 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades, mientras que el despido improcedente queda en 33 días con un máximo de 24 mensualidades. Se podrá hacer uso del despido objetivo cuando la disminución persistente del nivel de ingresos de la empresa se produzca durante tres trimestres consecutivos. De este modo se pretende que las compañías puedan realizar ajustes en sus plantillas con menores costes, pero sobre todo da la oportunidad a los gestores de anticipar y tomar medidas antes de que sea demasiado tarde, pretendiendo esquivar el hundimiento de los resultados y la quiebra de la empresa. Una reducción de plantilla anticipada y ‘barata’ puede evitar la desaparición de una empresa y por ende de todos sus puestos de trabajo.

Otra de las causas por las que la competitividad de las empresas españoles puede ser menor que las de alrededor viene dada por la poca seriedad de algunos trabajadores, que aprovechaban la exagerada protección que tenían anteriormente para evitar cumplir con sus obligaciones. Antes de la reforma laboral de 2012, despedir a un empleado no cumplía con sus tareas se convertía en una odisea, por lo que la única vía rápida era el ‘despido express’ que tenía un coste de 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades. La cifra final del despido era desorbitada, por lo que a veces se hacía inviable echar a la calle a ese trabajador improductivo, evitando a la vez que su puesto lo ocupase otro más preparado, con ganas de trabajar y que mejoraría la productividad de la empresa. Por lo tanto, mientras que una persona sin ganas de trabajar estaba con empleo, otra con mayor formación y deseando encontrar un puesto de trabajo estaba parada.

Además, la reducción de la indemnización por despido ayudará a eliminar la aversión a contratar que tienen muchos empresarios. Por un lado el gestor contratará sin miedo, puesto que si el nuevo trabajador no aporta lo esperado podrá ser sustituido o despedido sin más. Por otra parte, todos los trabajadores se verán obligados cumplir con sus obligaciones y tareas si quieren continuar en la empresa. Con este aspecto hay que tener cuidado, porque el despido más barato no puede convertirse en una excusa para explotar al trabajador o usarlo como amenaza.

Otro de los puntos que considerados clave como he señalado arriba es el de la flexibilidad interna. La flexibilidad dentro de la empresa puede ser uno de las medidas que más ayude e evitar la destrucción masiva de empleo. Se trata simplemente de adecuar los salarios y las horas de trabajo a la demanda existente, en un momento puntual, de los bienes y servicios producidos por la empresa. Con este sistema se evitan los ajustes por cantidad (despidos) a cambio de ajustes por precio (salarios y horas de trabajo).

Para conseguir esto había que descentralizar la negociación colectiva y que el convenio de empresa cobrase más importancia. De este modo se acaba con la ultraactividad de los convenios, es decir, la permanencia de un convenio desfasado por el no acuerdo de las partes. Si una empresa ve disminuir sus ingresos durante tres trimestres consecutivos podrá ignorar el resto de convenios. Por tanto tendrá la competencia de manipular salarios y reducir jornadas hasta adecuarlas a la actividad puntual del momento.

También sería importante indexar parte del salario a los beneficios de la empresa y desligarlos de la inflación para evitar una espiral inflacionista precios-salarios. Esto es algo que no se contempla en la reforma laboral, pero que algunas empresas lo aplican ya. Si una compañía tiene unos resultados satisfactorios es lógico que sus empleados reciban una parte de ese éxito. Por el contrario, cuando las cosas no van bien y la empresa no tiene beneficios o incluso entra en pérdidas los asalariados percibirán el salario base, sin la prima por los beneficios. En España la empresa francesa dedicada a la venta minorista de deporte Decathlon remunera a sus trabajadores con el siguiente sistema: una parte fija que se cobra siempre, un 15% de esa cifra fija que se suma si la sección en la que trabaja el asalariado consigue unos buenos número y un 5% más de la cifra fija que depende de las ventas de la tienda en su conjunto.

Antes de presentarse el proyecto de la reforma se especulaba con la aparición del contrato único, una propuesta hecha por la Fundación de Estudios de EconomíaAplicada (FEDEA). Este contrato pretendería acabar con la gran desigualdad entre los trabajadores indefinidos o fijos y los temporales o definidos. Y es que, cada vez que el ciclo económico es recesivo son los trabajadores temporales los que sufren el mayor impacto, son los elegidos para salir de la empresa por los mínimos costes de despido que tienen (9 día por año trabajado). FEDEA propone un contrato único y fijo cuya indemnización por despido sea creciente, el primer año la indemnización sería de 12 días de salario y cada año se iría incrementando esta cifra hasta alcanzar los 36 días a los 12 años en la empresa. En la reforma laboral no han impuesto este tipo contrato, aún siguen existiendo varios temporales, aunque es cierto que han reducido esta desigualdad  vía reducción de la indemnización de los trabajadores fijo.

Aunque es cierto que la reforma laboral era necesaria, tiene algún que otro punto que puede ser mal utilizado por los empresarios para sacar provecho en beneficio propio. Como dice Miguel Ángel García (Responsable del Gabinete Económico de C.C.O.O.) “se abre la posibilidad de que un empresario con amplios beneficios puede despedir a una parte de su plantilla por el mero hecho de reducir un 1% los ingresos”. Por eso es importante tener en cuenta que esta reforma laboral toma las medidas que son adecuadas para el momento que estamos viviendo ahora y que desgraciadamente seguiremos viviendo a corto y medio plazo. Pero si en un futuro las empresas españolas vuelven a ser productivas y competitivas; reinvierten sus beneficios en tecnología y mejoras varias, en lugar de distribuirlos; y los grandes beneficios vuelven, el contexto será diferente y habrá que programar una nueva reforma que se adapte a los nuevos tiempos.


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