miércoles, 25 de julio de 2012

¿Por qué se equivoca Julio Anguita en sus propuestas para acabar con la crisis?


Pantallazo de Youtube

Julio Anguita ha sido y es uno de los políticos más respetados en España, desde que en este país el pueblo tiene el poder de elegir a sus gobernantes. Su sabiduría y el ser consecuente con sus palabras dieron sus frutos en las elecciones de 1993, en las que el partido que él lideraba, Izquierda Unida, consiguió más de dos millones de votos, un resultado que hasta el día de hoy ha sido insuperable para esta fuerza política.

Sin embargo, hoy, escribo este post para hablar de un Julio Anguita diferente, un hombre que ha caído en las redes del populismo y del discurso fácil, donde dice lo que todo el mundo quiere  escuchar. Un discurso sin sentido económico ni común, salvo por ciertas partes en las que toda la población coincide, como puede ser el rechazo a la corrupción o el malestar que provoca ver como el dinero del contribuyente se usa para recapitalizar bancos que se encuentran descapitalizados por méritos propios. El resto de las propuestas de Anguita no hay por donde cogerlas (Aquí puedes leer todas sus propuestas), sus propuestas pueden tener algo de sentido en un contexto económico totalmente opuesto al actual, un panorama en el que las empresas obtuviesen beneficios, el Estado ingresase más de lo que gasta, es decir, cuando el ciclo económico fuese expansivo y no recesivo como ocurre ahora.

Salario mínimo interprofesional

La primera propuesta de Anguita consiste en incrementar el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros, desde los 641,40 euros actuales. Se trata de subir el salario mínimo un 56% de un día para otro. Cada día vemos delante de nuestros ojos como cierran pequeñas y medianas empresas porque no pueden soportar la caída del consumo, porque no pueden afrontar los vencimientos de sus créditos y no pueden seguir pagando a sus empleados. Por eso, la primera consecuencia de esta medida sería el cierre inmediato de miles de empresas y la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo. Por desgracia, el mercado de trabajo se comporta, como su propio nombre indica, como un mercado, con su oferta y su demanda. La demanda está formada por la necesidad de trabajadores de las empresas, mientras que la oferta está compuesta por todos los trabajadores que quieren trabajar. El precio es el salario ofrecido por el demandante o empresario al trabajador. Ahora, la oferta son los más de 5 millones de parados que hay en España y la demanda son las nulas necesidades de las empresas de contratar factor trabajo. Ante este panorama, para que la oferta y la demanda volviesen a encontrarse en el punto de equilibro se debería producir una corrección a la baja del precio (salarios), por desgracia.

Si miramos al pasado reciente, uno de los principales problemas que ha tenido España durante los años de bonanza fue el fuerte incremento de los costes laborales unitarios (CLU) respecto a los países del núcleo de Europa y del norte. Los CLU se definen como el coste laboral total (salarios) dividido entre el valor de la producción, es decir, lo que el empresario paga al trabajador por cada unidad producida. En España los CLU han crecido mucho más deprisa que en la mayoría de los países de la eurozona, como consecuencia de aumento continuo y prolongado de los salarios sin el correspondiente incremento de productividad. Esta situación ha derivado en la pérdida de competitividad de los bienes y servicios producidos en España.


Elaboración propia con datos de Eurostat

Como se puede observar en el gráfico, mientras que en España y Portugal nos dedicamos durante los años de expansión a incrementar salarios, en Alemania prefirieron usar los beneficios para mejorar el rendimiento de las empresas, mejorar la productividad, crear mejores bienes y servicios manteniendo la estabilidad de precios en su economía (la inflación en Alemania fue muy inferior a la de los países del sur). Gracias a este tipo de políticas y formas de actuar del empresario y el trabajador alemán, el país germano tiene un inmenso superávit por cuenta corriente, Alemania tiene la capacidad de financiar todos nuestros excesos. Por contra en España, al afán por distribuir beneficios y elevar salarios nos ha llevado a un creciente déficit por cuenta corriente, que llegó a su punto más álgido en 2007, alcanzó el 10% del PIB. Todos los incrementos de salarios se terminaban trasladando a precios, el consumo crecía y ante la baja productividad y competitividad española casi todos los bienes se importaban del exterior, agrandando las necesidades de financiación de España y la deuda externa del país, que hoy es uno de los lastres que impide que la economía española se recupere.

Por eso, creo que lo último que se debería hacer en España es un aumento de los salarios. Como dice el responsable del Gabinete económico de CCOO y gran profesor de la URJC, Miguel Ángel García, ahora es el momento de moderar los beneficios distribuidos (dividendos, bonus a ejecutivos, gestores, etc.) y salarios, para lograr un descenso o crecimiento inferior de los precios de los  bienes y servicios producidos en España, respecto a los precios de nuestros principales socios comerciales de la zona euro, con los que compartimos el 67% del comercio total. Además, sería conveniente aprovechar ese incremento de los beneficios no distribuidos para conseguir un mayor valor añadido de nuestros bienes y servicios. Con estas actuaciones, lo ‘made in Spain’ ganaría cuota de mercado tanto en España como fuera, creando puestos de trabajo y tirando delo PIB español.

Como se observa en el gráfico, con la llegada de la crisis económica se están reduciendo los costes laborales unitarios a marchas forzadas, a la vez que la productividad crece más rápido que en cualquiera de los últimos doce años. Pero este proceso se está produciendo como consecuencia de la caída de los ocupados, es decir, con menos gente trabajando se intenta mantener el nivel de producción, cada trabajador produce más, pero no por una mejora tecnológica o de otro tipo, que sería el crecimiento sano de la productividad. Ahora lo decente por parte del empresario sería obedecer al ministro De Guindos y disminuir las propias retribuciones de los empresarios y las de sus consejos de administración. En estas circunstancias todos tenemos que arrimar el hombre por igual, incluso los que viven en una posición más desahogada deben hacer algo más que el resto.

Sólo hablando de la primera propuesta de Julio Anguita he ocupado el espacio del post de hoy, si no ocurre nada de tal relevancia que me obligue a comentarlo, el próximo post estará dedicado al resto de las propuestas de Julio Anguita, entre las que hay algunas que tienen mucho sentido y otras que no tanto.

13 comentarios:

  1. Subir el salario mínimo no es una cuestión económica, es una cuestión moral.
    Si eso provoca un aumento del paro en un primer momento, también lo ha hecho la reforma laboral, y además, nos ha arrebatado derechos, lo cual es mucho más grave.

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    1. A día de hoy de puedes pedirle a una empresa de limpieza que tiene 6 empleadas con el sueldo mínimo que incremente los salarios. Esta empresa estará ahogada por el impago de sus contratos primero, segundo porque habrá reducido márgenes al máximo para continuar teniendo cuota de mercado en tiempos de crisis. Si esta empresa tiene que empezar a pagar 1.000 € a sus limpiadoras cierra hoy mismo. Ahora, si la empresa es competitiva y tiene beneficios el empresario debería distribuir parte de estos en incrementar el salario de sus empleados y en contratar a más trabajadores si fuese necesario...

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  2. porque no explicas la diferencia de salarios europeos, porque se cobra más fuera?? . DIces que los salarios en España en años de bonanza fueron al alza, pues chico yo no me he dado cuenta? Explícate. POrque yo lo que si que veo es que el empresario se ha forrado pero el trabajador no.

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    1. La diferencia entre los salarios suizos y los españoles es grande, pero también en Suiza una tableta de chocolate te cuesta 11€ y aquí 1. En España desde 1980 se aplican las clausulas de garantía salarial con la que se revisan los sueldos de los asalariados por si el IPC previsto ha sido menos del IPC final. Este tipo de políticas encaminadas a indexar los sueldos a la inflación ha provocado una espiral salarios-precios. El resultado ha sido 12 años sin incrementos de productividad y competitividad, y unos bienes y servicios caros y poco competitivos.

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  3. este es tu argumento?
    pff
    si una empresa no tiene dinero para pagar un sueldo decente a sus trabajadores pues que tenga menos empleados o que cierre
    a explotar a china

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  4. Pues si la solución es como usted dice reducir trabajadores (despedirlos) o cerrar, hay tenemos las clave de por qué en España hay casi 6 millones de parados. Ante la rigidez interna del mercado laboral, las empresas se han visto obligadas a realizar ajustes vía cantidad (despidos y cierres)en lugar de ajustar vía precios (adecuar salarios y beneficios distribuidos a la situación)... Así nos vamos todos a la calle

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. no se trata de una cuestión de cantidad sino de calidad. no se puede competir en costes salariales con paises tercermundistas
      hay muchos sitios para reducir gastos. por ejemplo los precios inmobiliarios, alquiler y venta de locales y pisos
      se pueden reducir costes a base de I+D, por ejemplo fomentando el teletrabajo
      se pueden reducir costes por ejemplo implantando la jornada continua y reduciendo desplazamientos
      etc etc

      bajar los sueldos es la solución fácil de los empresarios españoles. poco preparados y sin ideas

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  5. Te parece digno cobrar menos de 700 euros por 8 (o mas) horas de trabajo al dia? con unos precios desorbitados en muchas cosas, ademas.

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  6. El capitalismo corre por tus venas y no ves más alla de tus narices , ¿tu crees que todas las empresas cerrarian? lo que arian las grandes empresas como el corte ingles, es sacar muchas ellas su dinero oculto, reactivando la economia a base de pagar esos salarios, la crisis le viene de perlas a mucho empresario gigantes y no te preocupes por el mediano empresario que saldra como siempre adelante y con clientes con mucha mas renta per capita

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    1. En España el 98% de las empresas son pymes... Está claro que empresas como Inditex no les hace falta implementar este tipo de políticas de reducción de salarios y beneficios distribuidos. Pero la mayoría de las pymes sí. De todas formas, en todo momento hablo de reducir a la vez el beneficio distribuido (dividendos a accionistas, bonus para ejecutivos, la remuneración del factor capital).

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  7. Ni todo es blanco (Julio Anguita) ni todo es negro (tú), por mucho que algunos nos lo intenten hacer creer.

    La realidad es que las medidas actuales no facilitan el incremento económico de nuestro país, sólo favorecen al empresario y el despido sin poner realmente solución al problema, salvo intentar convertir España en un país de mano de obra barata destrozando nuestros ya irrisorios sueldos y nuestras condiciones laborales... entiendo que deberemos aplaudir según tu opinión.

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  8. Ya que no se puede hacer una devaluación de nuestra moneda, se está haciendo una devaluación interna vía salarios. Queramos o no, debemos ser más eficientes y productivos, refiriéndome al país en su conjunto, empezando por políticos, pasando por trabajadores y terminando por empresarios, porque si no, hay otros paises que lo pueden hacer mejor que nosotros y mejor, y nadie se va a compadecer de nuestra miseria. Nos hemos creido que eramos ricos y ahora cuesta darnos cuenta que no lo somos y nos resistimos a ver como desciende nuestra riqueza. Para solucionar este problema, debemos ser capaces de hacer las cosas bien y a un precio menor, para eso tenemos que emplear nuestro ingenio. España es un gran país, pero las terrazas de los bares están llenas.

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